La experiencia no es solo acumular años, cirugías o pacientes. Es el proceso lento y profundo de convertir lo vivido en comprensión, y lo comprendido en criterio. No todo el que lleva tiempo tiene experiencia. Solo quien ha estado verdaderamente presente en su camino.
sino un modo de tratar a los demás, y de tratarse a uno mismo.
La experiencia no es lo que pasó. Es lo que quedó. Es lo que uno aprende después de operar, de errar, de enseñar, de escuchar, de callar, de volver a empezar. Y si se vive con conciencia, humildad y palabra… la experiencia se convierte en sabiduría compartida. En una ética encarnada. En una forma de cuidar.